Los humanos somos un grupo variado y divergente con todo tipo de creencias, morales y cuerpos. Los sistemas de opresión prosperan a partir de nuestra incapacidad para hacer las paces con las diferencias y dañan la relación que tenemos con nuestros propios cuerpos.

El cuerpo no es una disculpa ofrece un amor propio radical como bálsamo para sanar las heridas infligidas por estos sistemas violentos. La activista y poeta de renombre mundial Sonya Renee Taylor nos invita a reconectarnos con los orígenes radicales de nuestras mentes y cuerpos y a celebrar nuestra fuerza colectiva y duradera. A medida que despertamos a nuestra propia vergüenza corporal adoctrinada, nos sentimos inspirados a despertar a otros e interrumpir los sistemas que perpetúan la vergüenza corporal y la opresión contra todos los cuerpos. Cuando actuamos desde esta verdad a escala global, marcamos el comienzo de la oportunidad transformadora del amor propio radical, que es la oportunidad de un mundo más justo, equitativo y compasivo, para todos nosotros.